La necrosis avascular, es una muerte celular del hueso, debido a que la irrigación sanguínea no llega adecuadamente, provocando una degeneración del tejido afectado sobretodo en la parte superior del fémur, donde a medida que el hueso se deteriora afecta al cartílago, provocando dolor e impotencia funcional.

Es una patología que empeora con el tiempo y suele producirse entre la población de 30-60 años de edad.

CAUSAS

El factor de riesgo más común  es un traumatismo.

Exceso de alcohol

Aumento de consumo de corticoides , y también de medicamentos para el colesterol, anticoagulantes ..

Enfermedades que provoquen una disminución del riego sanguíneo, como por ejemplo la enfermedad de Gaucher

También la pancreatitis, lupus eritematoso, anemia drepanocítica.

 

SÍNTOMAS

Normalmente en una etapa inicial no aparece sintomatología, a medida que la enfermedad avanza, el paciente siente dolor al caminar, estar de pie, es decir al estar en carga. Y conforme avanza la afectación del hueso se hace constante y cada vez más intenso. Podría centrarse en la ingle, el muslo o el glúteo.

 

DIAGNOSTICO

La manera más fácil de identificar la necrosis avascular es mediante una  Resonancia magnética (RMN) o una gammagrafía ósea, ya  que  una radiografía (RX) no siempre muestra la necrosis.

 

TRATAMIENTO FISIOTERAPIACO

Es muy importante planificar un plan de ejercicios dirigidos por un fisioterapeuta, con el fin de conservar las amplitudes articulares de la cadera (generalmente observamos una disminución de la movilidad) y tener un buen tono muscular. El ejercicio también nos proporciona un aumento de la irrigación sanguínea.

Es fundamental la aplicación de la magnetoterapia, cuya función es estimular la formación de tejido óseo para  remplazar la zona dañada y una buena estimulación eléctrica.

En el centro de fisioterapia Fco. Lledó, podemos planificarte estos ejercicios, y trabajar con terapia manual. Además contamos con aparataje de última generación para el tratamiento de esta patología.

El fisioterapeuta se encargará de orientar al paciente en una buena higiene postural, para evitar posiciones inadecuadas que puedan afectar la cadera y  le enseñará a realizar una adecuada deambulación con bastones para la descarga parcial o toral del miem